Un estudio señala el uso de baterías térmicas como una solución rentable para el autoconsumo.
Almacenar electricidad en forma de calor para convertirlo de nuevo en electricidad parece ser la alternativa más rentable para los usuarios de autoconsumo fotovoltaico. Así lo concluye un estudio realizado por Instituto de Energía Solar de la Universidad Politécnica de Madrid en colaboración con la Universitat Politècnica de Catalunya, y publicado en la revista Applied Energy.
El bajo coste de los sistemas de almacenamiento de energía es uno de los grandes retos tecnológicos del presente y del futuro. Por otra parte, debemos considerar que, el calor representa más del 50% de la demanda energética global del planeta y corresponde al 40% de las emisiones globales de CO2. El almacenamiento de energía en forma de calor resulta rentable si lo comparamos con el coste económico global de otros sistemas.
“Si la electricidad es lo suficientemente barata, almacenarla en forma de calor resulta hasta 100 veces más barato que hacerlo en baterías electroquímicas. Además, el calor que no se logra convertir en electricidad puede ser utilizado para producir agua caliente o para sistemas de absorción para refrigeración en verano”.
De acuerdo a los investigadores, un sistema de autoconsumo fotovoltaico con este tipo de baterías térmicas puede generar un ahorro de 70-80% en electricidad y del 15-20% en calefacción, evitando una tonelada de emisiones de CO2 por vivienda y año. El estudio afirma que estas cifras pueden ser aún mayores en otro tipo de edificaciones tales como industrias, comercios y centros de salud, debido a su escala mayor.
Tal y como afirma Alejandro Datas, principal autor de este estudio: “almacenar energía eólica o fotovoltaica en forma de calor no sólo permitirá un ahorro sustancial del coste de la acumulación, sino que también permitirá satisfacer parte de esta gran demanda de calor mediante fuentes renovables. Por eso, desarrollar este tipo de sistemas puede ser clave para reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles, no sólo en el sector eléctrico, sino también en el térmico.”